Viajes

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En el ámbito de la educación diabetológica se hace necesaria una visión integral de una perspectiva biopsicosocial a fin de que la persona con diabetes comprenda su enfermedad y las bases del tratamiento pudiéndolos integrar en la rutina diaria. Cuando hablamos de vida cotidiana, pensamos en las actividades normalizadas de nuestro día a día. Sin embargo, no podemos olvidar aquellas otras actividades que se dan fuera de la rutina y que pueden implicar cierta inquietud en la persona con diabetes a la hora de acoplar el tratamiento. Salir de viaje hace imprescindible planificar, organizar y controlar algunos aspectos relacionados con la diabetes ya que, siguiendo una serie de recomendaciones es posible viajar prácticamente a cualquier destino.

¿Qué llevar en la maleta?

Depende del tipo de diabetes, edad, esperanza de vida, riesgo de hipoglucemias y gestación. Es por ello que los objetivos los debe especificar por su médico, según el contexto de su evolución clínica.

Se considera en términos generales:

  • Glucosa preprandial (antes de las comidas) <140 mg/dl.
  • Glucemias postprandial (a las dos horas después de las comidas) <180 mg/dl.
  • Evitando hipoglucemias, es decir cifras <70 mg/dl.

Medicación y material de control de la diabetes

  • Tratamiento insulínico, antidiabéticos orales junto con los prospectos, por duplicado, o triplicado. Es fundamental llevarlo en el equipaje de mano, sin perderlo de vista. También es interesante que algún compañero de viaje incluya en su equipaje parte del material.
  • Glucómetro y tiras reactivas para medir glucosa y cetonas en sangre, lancetas, pilas.
  • Sensores para monitorización continua de glucosa.
  • Material para bomba de insulina. Pauta alternativa a la bomba con bolígrafos de insulina.
  • Glucagón inyectable/nasal, empleado para remontar hipoglucemias en personas con imposibilidad para la vía oral.

Documentos relevantes

  • Informe médico con (traducido al inglés y a otros idiomas), y una tarjeta identificativa con datos médicos completos incluyendo tipo de diabetes, otras enfermedades, alergias, tratamiento habitual, datos de contacto de familiares, hospitales…).
  • Tarjeta Sanitaria Europea en países integrantes de la Unión Europea, certifica el derecho de asistencia si ocurriese algún problema durante el viaje.
  • Seguro de viaje (copia de la póliza contratada).

Alimentos

  • Llevar alimentos que aporten hidratos de carbono de absorción rápida (zumos, gominolas, geles, bebidas con alto contenido en glucosa, pastillas de glucosa) por si es necesario en caso de tendencia a hipoglucemia.
  • Agua y/o bebidas isotónicas.
  • Alimentos no perecederos que puedan asegurar el aporte de hidratos de carbono para una comida improvisada (galletas, barritas, tostadas…)
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Vacunas

Sirven para disminuir el riesgo de contraer enfermedades infecciosas, que son causa frecuente de desajustes en el control glucémico de los pacientes. Se recomienda informarse según el lugar de destino para valorar si se procede o no a la vacunación.

 

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Conservación de los medicamentos

La manera de conservar cada medicamento difiere de unos a otros, por lo que es fundamental consultar los prospectos para detallar la forma de hacerlo, sobre todo si se pretende hacer un viaje. Por lo general, se deberían mantener los medicamentos en ambientes secos y frescos, evitando las temperaturas extremas, sin exponer a fuentes de calor o frío intenso para evitar congelación. Los bolígrafos de insulina que no estén en uso, se deben mantener entre temperaturas de 2 y 8 ºC, la cual puede ser transportada en un nevera o bolsa isotérmico, y los que se encuentren en uso, siempre que el tiempo de uso no sea superior a 8 semanas, pueden mantenerse a temperatura ambiente, sobre 22ºC, en un rango amplio que oscila entre 15 y 30ºC.

El glucagón es un medicamento inyectable o intranasal que se utiliza para remontar la hipoglucemia en personas que no pueden ingerir sólidos ni líquidos por cualquier motivo (disminución del nivel de consciencia, trastornos gastrointestinales, etc...) Este fármaco normalmente se debe conservar a una temperatura entre 2 y 8ºC pero, si se tiene protegido de la luz, también puede mantener su actividad hasta 18 meses a temperatura ambiente, mientras no sobrepase los 25ºC.

Es fundamental también tener en cuenta los cuidados y precauciones con algunos dispositivos utilizados por las personas con diabetes, como glucómetros, bombas de insulina, sensores de glucosa, etc. En primer lugar, se los debe llevar en condiciones seguras para evitar golpes o caídas. Por otra parte, hay que consultar los manuales para saber las temperaturas de funcionamiento y evitar así la presencia de fallos o errores (en general, las temperaturas óptimas suelen estar entre 15 y 35ºC).

Viaje en avión

Los medicamentos que son líquidos, como la insulina, están exentos de la norma y se permite portarlos en el equipaje de mano para su utilización durante el vuelo. No se recomienda dejar la insulina en la bodega del avión debido a las bajas temperaturas alcanzadas y por consiguiente, la posibilidad de estropear el medicamento o material de control glucémico.

Los medicamentos tienen que identificarse correctamente en los controles de seguridad, pero no es necesario separarlos y transportarlos dentro de una bolsa de plástico.

Es también aconsejable contactar con las compañías aéreas, puesto que cada una tiene sus propios procedimientos para el transporte de estos artículos en el interior del avión. Se puede obtener más información en la página de AENA.

Viaje en barco

La sensación de mareo e inestabilidad que puede producir el movimiento de un barco puede camuflarse con la sintomatología de una hipoglucemia, por lo que será recomendable hacer controles capilares de glucosa en sangre para averiguar de qué se trata. Además, pueden producirse vómitos e implicar imposibilidad para la ingesta, lo que puede también derivar en hipoglucemia, sobre todo si ya ha tomado su medicación antidiabética (insulina, sulfonilureas…), por lo que es fundamental tener pautado por su médico medicamentos para evitar los vómitos (antieméticos).

Viaje en tren

Los viajes en tren pueden ser prolongados en el tiempo, por lo que se reduce la actividad de la persona y la glucosa en sangre tiende a elevarse. Se recomienda, no solo en personas con diabetes, intentar caminar y desplazarse a lo largo del viaje para evitar el riesgo que conlleva el reposo prolongado.